COMUNICADO DE PRENSA

HAGAMOS DEL AREA DE LIBRE COMERCIO DE LAS AMÉRICAS (ALCA), UN INSTRUMENTO DE INTEGRACIÒN ECONÓMICA

3 de Mayo 2001

El Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) es una aplicación del modelo neoliberal a escala continental, pero además no está concebida como un proceso de integración económica. Por tanto, el ALCA no representa una estrategia de desarrollo sostenido y sustentable para todos los países pequeños de América Latina como El Salvador.

La experiencia de los países latinoamericanos demuestra que el modelo neoliberal, sin desconocer algunos méritos macroeconómicos, es el responsable de la ampliación de la pobreza, la vulnerabilidad externa, la exclusión social y, en general, la volatilidad de la economía.

El ALCA podría ser el primer nivel de un proceso de integración económica, pero en ninguna parte de las propuestas o en las negociaciones se ha hablado de las subsiguientes y sucesivas etapas como la "unión aduanera de las Américas", el "mercado común de las Américas" y la "unión económica y monetaria de las Américas". Esta ausencia de proyección integradora explica porqué tampoco se ha hablado de la creación de fondos para financiar programas de evolución y perfeccionamiento del proceso. La notable desigualdad entre los países latinoamericanos demandaría la creación de fondos de convergencia para acercar los niveles de desarrollo y poder ir aplicando las políticas e instrumentos de integración sin distorsiones ni conflictos. La misma experiencia nos enseña que si en estos procesos no se aplica el principio de equidad a través de la armonización de políticas económicas y sociales, las tensiones entre los países aumentan, haciendo retroceder el proceso de integración.

Por otra parte, las regiones deprimidas y las insoportables condiciones de pobreza y de indigencia reclamarían un fondo de cohesión social. Pero por el contrario, en las reuniones preparatorias del ALCA, se ha observado una falta de solidaridad con los países más pequeños, una muestra de ello es que estos países tienen que financiar totalmente los gastos de viaje para asistir a las reuniones programadas, porque nadie más se hace cargo.

Hay un déficit de concertación de los Estados Unidos con sus socios de América Latina y el Caribe, en un proyecto de importancia decisiva para el desarrollo de nuestros pueblos y de gran relevancia para el resto del mundo.

La experiencia también nos muestra varios obstáculos para la firma de un Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos de América y Centroamérica.

  1. Casi desde el mismo momento en que se constituyó el Tratado de Libre Comercio del Norte (EUA, Canadá y México), el gobierno norteamericano ofreció la posibilidad de una adhesión de Chile a ese tratado, considerando sus méritos en términos de reformas estructurales y de apertura comercial, sin embargo, finalizó la administración Clinton y el acceso de Chile no se hizo realidad.
  2. La negativa del Congreso de los Estados Unidos de América a conceder la vía rápida al Presidente Clinton para negociar y aprobar un nuevo tratado de libre comercio, parece haber sido sólo una excusa, la verdadera causa de la negativa sería la política externa hacia América Latina y hacia el resto del mundo, la cual no parece haber cambiado. La Cámara de Representantes acordó suprimir la vía rápida en el año 1995, para no perder precisamente el control sobre los tratados de libre comercio.
  3. Cuando el Presidente Clinton se reunió con sus colegas centroamericanos en la Cumbre de Mayo de 1997, ofreció pedir al Congreso la ampliación de la ICC, así como "las herramientas para tener éxito en la economía", como una respuesta terminante a las pretenciones de los centroamericanos de un tratado de libre comercio entre Estados Unidos de América (EUA) y Centroamérica.
  4. Estados Unidos se proclama campeón del libre comercio, pero es bien sabido que en la práctica aplica un proteccionismo caracterizado como ofensivo.
  5. Los tratados de libre comercio de Estados Unidos siempre encontrarían una oposición sistemática de las organizaciones laborales y de políticos influyentes.

Ante estos considerandos, COLPROCE propone:

  1. Insistir en la tantas veces reiterada recomendación hecha por diferentes instancias, de avanzar en la integración económica centroamericana.
  2. Orientar la integración centroamericana dentro de una perspectiva subcontinental, buscando la confluencia con los otros esquemas subregionales en una macrointegración latinoamericana.
  3. Programar y compatibilizar la firma y la ratificación del ALCA con la consolidación de la macrointegración latinoamericana.
  4. Que el gobierno de El Salvador incorpore como método de trabajo y en forma sistemática, la concertación de estos temas con todos los sectores nacionales, económicos y sociales.

 

 

 

 

 

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