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Trabajo y Sociedad Indagaciones sobre el empleo, la cultura y las prácticas políticas en sociedades segmentadas Nº 2, vol. II, mayo-julio de 2000, Santiago del Estero, Argentina ISSN 1514-6871 |
LA EMERGENCIA DE NUEVOS MODELOS PRODUCTIVOS.
Producción ligera e intensificación del trabajo en España.
Juan José Castillo
Universidad Complutense de Madrid.
Departamento de Sociología III
Campus de Somosaguas
jjcastillo@cps.ucm.es
1. Introducción: otra vez los 'nuevos' modelos.
Jugando con el
popular sentido de reiteración anual que tiene en Francia el que el beaujolais
nouveau, un vino de consumo masivo, llegue todos los años, el tercer jueves
de noviembre, Danièle Linhart, en un librito que resume y sustancia una larga
trayectoria de investigación, presenta su particular versión de un debate
"seductor" que actualmente ocupa el lugar principal en las ciencias
sociales del trabajo, el del post-fordismo[1].
Que
esos 'modelos' sean el italiano, los distritos industriales; el sueco, las
experiencias de Volvo en Kalmar o en Udevalla; el alemán, ya sea en Baden-Württemberg o los 'nuevos conceptos de producción; o, finalmente, la
llamada 'producción ligera', quintaesencia del 'modelo japonés'; en todos ellos
encuentra Linhart una coincidencia en el énfasis en, a través de la confianza o
la participación, una "ambivalencia productiva", una suerte de
"consentimiento paradójico", que se revela y desvela con especial
fuerza analizando la organización del trabajo[2].
En
el programa internacional de la red GERPISA, en el que venimos trabajando desde
1992, y que ha producido, probablemente, el conjunto de trabajos más sólido y
trabado de que se dispone sobre el asunto, se ha emprendido una reflexión que está basada, por un lado en
la aportación de estudios originales, directos y sobre el terreno, de casos y
empresas. Y por otro, en un esfuerzo
de reflexión teórica que ayude a interpretar qué es lo que lo que los diversos
autores y autoras entienden por 'modelo productivo'[3].
En
efecto, modelo puede significar, "simplemente 'descripción simplificada de
la realidad', de modo que los niveles y categorías de abstracción definen la
especificidad de los diferentes enfoques"[4].
Puede,
igualmente, tratarse de una elaboración teórica, hecha por los científicos
sociales, en este caso: "conjunto organizado de conceptos(...), que se
inscribe en un cuadro teórico y que se acompaña de métodos"[5].
Puede,
igualmente, tratarse de un ideal al que se aspira, lo que en algún caso se
llama "a prescriptive framework", como se reconoce en el programa de la Comunidad Europea sobre
"modelos antropocéntricos", que parte de que "there is a need to
create a new organisational model"[6].
Ese
deseable modelo europeo, "sistemas antropocéntricos de
producción", APS, según sus siglas en inglés, son "sistemas de
producción asistidos por ordenador que están muy basados en trabajo cualificado
y decisiones humanas". Tal
definición general, señalan sus defensores, será diferente en cada contexto
nacional europeo, aunque se puedan identificar algunos componentes como
"de crucial importancia"[7].
Un
modelo puede, en fin, ser un conjunto de prácticas sistematizadas. Según la aproximación más definida y
compartida en el heterogéneo 'colectivo de pensamiento' que constituye la red
GERPISA: un modelo productivo puede identificarse, dentro de los procesos de
fabricación, como un conjunto de dispositivos y prácticas coherentes entre sí y compatibles, en los ámbitos de la gestión, de
la organización y de las tecnoogías, que tiendan a reducir la doble incertidumbre del mercado y del trabajo. Estos modelos, a partir de unos
determinados principios productivos, y bajo ciertas condiciones de posibilidad
y viabilidad, pueden tomar cuerpo en distintas formaciones sociales, regionales
o nacionales[8].
Los
autores que eligen esta opción, buscan más estudiar lo que realmente se hace, bajo qué condiciones, y por qué, que la
adecuación a modelos ideal-típicos predeterminados. Es la implantación práctica, la 'situación real', la que orienta la investigación.
Este
último enfoque, realista, "relativiza los grandes slogans de las mutaciones industriales actuales", mostrando
cómo, los grandes principios que parecen hacer coincidir realidades productivas
en condiciones sociales diversas, toman formas, y significan para los actores sociales, y para las sociedades en
que desarrollan su vida y trabajo, enormemente distintas[9].
Así,
un conjunto de elementos aparecen sistemáticamente en los distintos (y
presuntos) 'nuevos modelos
productivos', tales como la participación de los trabajadores, el
trabajo en equipo o en grupo, la rotación entre puestos de trabajo en la
fabricación, o el tipo de retribución, la constitución artificial de pequeñas
empresas dentro de la gran empresa que ahora han de competir entre sí, la
descentralización de las funciones de mando, etc.[10]
Pero,
en cada realidad productiva las combinaciones realmente existentes difieren
mucho entre sí, y poco más se puede decir que existe un "denominador común
de todos los modelos de nuevos sistemas de trabajo [en] su contraposición a los
sistemas tayloristas"[11]. Este formato binario, como es bien sabido, es
uno de los obstáculos más persistentes para el conocimiento concreto. Como ya
argumentamos en detalle en otra ocasión, este pensar por oposición, "obliga
a pensar en términos de ruptura, antes y después, en lugar de en términos de
procesos complejos. Obliga a suponer la
existencia de un modelo dominante, o que lo tendrá que ser en el
futuro"[12].
Y
sin embargo, es el pan nuestro de cada día en investigaciones cuya
responsabilidad institucional las hace más
importantes. Valga citar una
por todas, la emprendida por la
Fundación Europea de Dublín, a la que ya hicimos mención. Lo que llaman "empowered
organisation", se contrapone a las "traditional forms of work
organisation". Todo lo malo está
en la derecha de su figura "An
illustration of the main features of work organisations associated with direct
participation", en las "formas tradicionales": la división del
trabajo, la vigilancia punitiva, la falta de comunicación... Y en la izquierda, en el "nuevo
modelo" europeo (del futuro): las jerarquías planas, el trabajo en grupo,
la autonomía, la disciplina interiorizada...[13]
Y
cuando estas dicotomías fallan, es decir, casi siempre, se recurre a la adjetivación. El fordismo o
la 'japonización' serán, entonces periféricos, asistidos por ordenador,
arrítmicos, como se ha dicho de la nueva Rusia, californianos[14],
o como recoge Jorge Carrillo de Alain Lipietz, 'de pacotilla'[15].
Otros
adoptan definiciones más cautas, que en realidad, son una aproximación a la vía realista, describiendo, en primer
lugar lo que pasa, aunque difícilmente entre en ninguno de los modelos en boga. Así, en una espléndida revisión de
estudios de casos en América Latina, debida a Laís Abramo y Cecilia Montero, se
juega retóricamente con los adjetivos para proponer una renovación de la propia
disciplina de la sociología del trabajo.
Su balance del debate actual se pregunta, ¿fordismo periférico o
flexibilidad perversa?[16].
2. El modelo de los modelos: la producción ligera.
Amén de estas
distintas atalayas desde las que se aborda la nueva organización productiva, lo
que ya produce dificultades de comparación y evaluación, un libro publicado en
1990, y traducido con celeridad a las principales lenguas europeas y
latinoamericanas, ha venido a marcar, con un éxito difícilmente alcanzable, el
contraste de lo que se hace y de lo se piensa y dice, tanto en la comunidad de
investigadores, como en las empresas o en las instituciones. Se trata de La máquina que cambió el
mundo, un libro de divulgación basado en el programa de investigación IMV,
lanzado al mercado por el MIT norteamericano con una gran eficacia publicitaria[17],
y que, seguido, criticado o, tan sólo aparentemente, ignorado, está marcando
con su retórica durante los últimos años tanto la realidad como los esfuerzos
de investigación europeos[18].
La
propia Comunidad Europea argüirá que su propósito de un modelo 'antropocéntrico', al que ya nos
hemos referido, se puede comparar, e incluso superar a la producción ligera:
"Europe has to change towards principles which the MIT study calls 'lean
production'"[19].
Y,
en un texto menos cauto, Hubert Krieger, en nombre de la Fundación Europea para
la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo, escribe que el proyecto EPOC (European Participation in Organisational
Change), que se inicia en 1992,es una
"reacción" al estudio del MIT[20].
3. A vista de pájaro o a pié.
Gavin Smith se
ha quejado de la abundancia de estudios de la llamada economía "informal",
que se hacen "from a bird's eye view"[21],
desde las alturas, sin que sea posible con esa metodología, según su
apreciación, que compartimos, captar la complejidad y la heterogeneidad de las
situaciones de trabajo, de los complejos mecanismos que relacionan, en
situaciones sociales difícilmente comparables, vida y trabajo. A esa
sociología, apresurada, lejana y, forzosamente, 'generalista', la hemos
denominado en otra ocasión "sociología del trabajo vía satélite":
desde allá arriba, casi todos los hombres (y muchas veces las mujeres ni
siquiera se distinguen de aquéllos...), son iguales, o parecidos. Y bastan
cuatro brochazos para calificar una
situación... que se desconoce. Es más, a pocas nubes que se interpongan entre
tan lejano observador y la realidad, ésta puede parecerse muy poco a lo que los
actores sociales viven y crean con su acción[22].
Para
quienes van (vamos) al complejo, y más arriesgado metodológica y teóricamente,
estudio de caso, en un contexto de interpretación global, los modelos como
polos de situaciones se convierten, únicamente en extremos de un continuo: una
ayuda que permite más profundidad en la interpretación de la realidad de los
cambios productivos de fin de siglo. Y
lo que, aparentemente es semejante, resulta ser la excelencia de la
investigación sobre reorganización productiva, con diseños de encuesta
"capable of shedding light on the 'working harder or working smarter
debate'"[23].
A
este género pertenece la categorización de "vías altas" y "vías
bajas" del desarrollo económico, hecha por Pyke y Sengenberger: la primera
supone no sólo alta calidad de los productos, sino también, y si se nos apura,
sobre todo, alta calidad del trabajo, alta calidad de las calificaciones
utilizadas, altos salarios, alto nivel de diálogo social y de concertación[24].
Dilemas
que, en estos casos, basándose en investigación de campo detenida y en
profundidad, ayudan a ver, en lugar
de cegar. Así la síntesis
periodística, para terminar este argumento, que ha hecho, con su habitual
lucidez, Manuel Castells: nos hallamos, ha escrito[25],
ante 'dos salidas': 1) "asiatizar Europa lo más posible en términos
de costes laborales, flexibilidad de empleo y protección social, al tiempo que
las empresas europeas trasladan parte de su producción a Asia". La otra, no es -y obviamente es la que
prefiere el autor- sino la "via alta", "antropocéntrica",
de los "nuevos conceptos de producción", basados en la calidad de los
productos y en la calidad de los trabajadores[26].
4. El trabajo en grupo como analizador
de modelos productivos.
Uno de los
rasgos más destacados en la caracterización de los modelos productivos
emergentes es el énfasis en el 'trabajo en grupo'. Las 'nuevas formas de
organización del trabajo', como se las denominó a finales de los años setenta,
tomaban como forma emblemática de la ruptura con la vieja organización
del trabajo, denominada 'taylorista', como telón de fondo y de contraste, los
'grupos semiautónomos de producción'. Sobre ellos se escribió y produjo una
auténtica plétora de investigaciones, cuyo balance ocupa una etapa importante
en la evolución de la propia sociología del trabajo[27].
Ahora
bien, como hemos constatado al intentar hacer estudios comparativos, bajo esa
denominación hallamos experiencias cuyas concretas características, sin contar
con el contexto social y productivo particular, las hace más diversas, y menos
homogéneas por tanto para la comparación de lo que sería deseable. El problema ha sido planteado con nitidez y
claridad en la propuesta realizada, por Jean Pierre Durand[28].
5. El trabajo en grupo en el contexto (del modelo).
Esta
perspectiva, que se centra en el análisis de dispositivos y prácticas, y de su
eventual coherencia, se ha de completar con la referencia al modelo en su
conjunto, que comprende además: una visión del cómo proyectar y diseñar
productos y procesos; cómo organizar el make or buy de la empresa, qué
se hace dentro y qué se manda hacer fuera, determinando las políticas de
subcontratación o fragmentación productiva, tan importantes hoy en día; como
vender los productos fabricados, en qué mercados, lo que puede tener influencia
sobre el tipo de producto, la calidad requerida, la producción en serie o en
lotes, etc. Y todo ello en contextos
histórica y localmente determinados que pueden dar otro color y significado a prácticas
en apariencia semejantes.
Todo
ello puede ofrecer un marco de interpretación más rico, a fuer de más complejo
y contingente. Desde las formas de
organización del trabajo podremos extrapolar hipótesis de interpretación de
cambios más generales que ayuden a enriquecer la reflexión sobre los modelos
productivos y sobre la sociedad misma en que emergen, evaluando el verdadero
potencial y posibilidades que encierran. Entre ellos, el de la posible
identificación de rasgos que permitan fomentar, como pretenden las
instituciones europeas, un modelo 'antropocéntrico' o 'reflexivo' europeo.
Como
empieza a ponerse de moda decir, esta 'globalización localizada', llevando la
metáfora también al terreno de la reflexión teórica, ayuda a colocar los hechos
en su sitio, es decir a darles un significado preciso en un contexto de
interpretación. Cuando todo parecía
señalar hacia una exportación de 'modelos fragmentados tayloristas' en la
internacionalización de la economía, el investigador perseverante descubre que la
industria electrónica japonesa ya no deja los grupos, el trabajo en equipo,
para sus sedes centrales, sino que comienza a invertir en capital humano,
también en una periferia tan lejana como Gales, en el Reino Unido[29]. Pero, también, el investigador perseverante
muestra que frente al imaginario difundido de que la innovación tecnológica
trae consigo automáticamente 'nuevas formas de organización del
trabajo', tales como los grupos de producción, y el fin de la división del
trabajo, descubre, por ejemplo, para el sector textil al que se llevan las
aplicaciones de la telemática, que esa aplicación "ha sido irregular y
plagada de dificultades que aprentemente no habían sido previstas"; que
"las relaciones cooperativas entre empresas (...) no son más que un deseo
de algunos estudiosos de la industria"; o lo que es peor, para aguzar el
ingenio investigador sin dejarse llevar por esquemas generales, al estudiar la
organización del trabajo: se da "una situación en la cual, avanzados
sistemas de telecomunicaciones y de planificación de la producción coexisten al
lado de talleres tradicionales que emplean personal, a menudo de origen
inmigrante, en condiciones laborales draconianas"[30].
6. Un caso excepcional de
innovación organizativa.
El contexto
normal o estándar de la discusión y la literatura sobre transferencias
tecnológicas, sobre los hoy ya famosos trasplantes,
suele versar sobre la importación de nuevas formas de trabajo, no sólo a países
que no sin cierta imprecisión e ironía suelen llamarse "semi-periféricos",
como suele suceder con España, sino periféricos del todo; y casi siempre, esas
novedades organizativas proceden de países llamados centrales, o dominantes [31].
En
el caso de la "producción ligera", lean production, se suele tratar de verificar si, y en qué medida,
la organización productiva emergente se aproxima a un modelo, muchas veces imaginario, o ideal-típico si se es más
generoso, en esas empresas, regiones o países[32].
Que
Renault, cuyo centro neurálgico sigue siendo París, convierta uno de estos centros
de trabajo y producción en laboratorio de la nueva organización, a la búsqueda del modelo productivo del próximo siglo es lo excepcional. Y que
invierta en ello recursos financieros, humanos y de imagen adecuados a tamaño
reto.
Ése
es el caso que nos ocupa. Eso es lo
que lo dota de una significación que está muy por encima del estudio regular de
caso[33].
6.1. Una fábrica que tiene que ser líder.
Renault inició
en 1988 una política llamada en la jerga empresarial P.A.P., Plan de
Aceleración del Progreso, cuyo objetivo fundamental era, tal y como se
manifestaba con nitidez, "alcanzar
el nivel de competitividad (performance)
de las fábricas japonesas". Cuanto antes mejor se dice en los documentos
internos de la época, pero en todo caso, antes de 1998, año en que se prevé la
liberalización completa del mercado interior europeo.
Para
llevar a cabo esta estrategia, la Alta Dirección de París designó una fábrica
de todo el grupo para cada área (montaje y mecánica) como "campo de
experimentación que permitiera generalizar los progresos realizados a otras
fábricas" del Grupo Renault.
Así,
toda una serie de acciones de cambio ya en marcha (Justo a Tiempo, Plan de
Aceleración del Progreso, creación y generalización de Unidades Elementales de
Trabajo, Grupos de Producción, Círculos de Calidad, TPM (Mantenimiento
Productivo Total), Participación de los trabajadores...), se impulsarían de
forma especial, invirtiendo los recursos necesarios, con el fin de
"superar a los japoneses" en la producción
ligera, o 'ajustada' como se la denominó en un primer momento, en 1991,
logrando productividades, al menos, comparables.
Los
centros de trabajo elegidos para esta "experimentación" fueron Douai
(Francia) para el montaje sobre 13 fábricas del Grupo; y Valladolid (España)
para la mecánica sobre 7 fábricas del Grupo [34].
La
estrategia modernizadora de FASA-Renault se inserta, en primer lugar, dentro de
la propia historia de innovaciones organizativas de los centros de trabajo
ubicados en Castilla León, que cuenta ya con más de veinte años de 'tradición
modernizadora'. La empresa es
emblemática, tanto por haber sido la vanguardia en innovaciones organizativas,
como por ser polo de referencia para otras empresas, y, desde luego, no sólo en
el sector del automóvil[35].
Este
"campo de experimentación" se define, por parte de la empresa y del
centro de trabajo,"Motores", como producto de la mezcla o
hibridación, para, a medida que se vaya realizando, y como resultado, proceder a la transferencia organizativa.
Por
tanto, como producto, la
fábrica líder debe ser capaz de copiar
todo lo bueno de sus homólogos, o de cualquier otra experiencia de
reorganización, aunque esta sea en otros sectores productivos, poniéndolo a prueba, evaluándolo, mostrando
sus límites, para poder así, como resultado,
que todos estos avances puedan ser
copiados por otros centros de
trabajo de Reanult. Es decir,
que puedan los restantes centros de trabajo de
Renault usar esa experiencia. Y,
por supuesto, devolverla enriquecida a Valladolid, en un círculo de aprendizaje
mutuo y reforzante, que pueda hacer de la fábrica castellana un "modèle
mondial dans la mécanique"[36].
En
su fase de "creación", el experimento 'Motores', se lleva a cabo
entre 1992 y 1995, en el marco de la preparación para la fabricación de un nuevo
motor (E-1600), que prevé una inversión, en cinco años, hasta 1998, de 68.200
millones de pesetas[37].
Este
experimento, además, subraya su trascendencia al identificarse, también, como
"campo de pruebas" para la preparación de la próxima "gran
operación" de la empresa en este terreno: el Motor D.
Y
ello, se dice en la documentación interna, sea cual fuere la planta del grupo
donde se lleve a cabo dicha fabricación. Con lo que se subraya, por un lado, el
carácter de experiencia que debe
difundirse a todos los centros y desde todos los centros: nadie sabe, o así se
manifiesta, dónde se ubicará esa nueva fábrica. De paso, por otro lado, se
fomenta un rasgo importante en la nueva organización productiva de las grandes
empresas: se alienta la competitividad entre los distintos centros por ofrecer
mejores condiciones de producción, menores costes, más trabajo por menos[38].
Con
todo ello, puede decirse que estamos asistiendo a la "fabricación" de
la organización del trabajo y de la producción con la que la empresa llegará
hasta el fin de siglo.
Siendo
tanto esta empresa, como el sector y la baza jugada, de primera línea, podemos
asegurar que estamos ante un caso emblemático que nos indica por donde se
orientarán las mejores experiencias de organización del trabajo y producción en
España en los próximos años [39]:
"En nuestro "Proyecto Líder" se define el modelo de organización
al que debe aspirar nuestra factoría y servir de pauta para el resto del Grupo
Renault. Este modelo se especifica y determina desde la perspectiva cultural y
estructural configurando una experiencia que puede culminarse en el año
2.000" [40].
6.2.
Nuestra fábrica de motores.
Nuestro
taller,'Motores', al que habíamos dejado en 1989 con casi tres mil trabajadores[41],
llevará a cabo una drástica reducción de efectivos: de los casi 2.500
trabajadores existentes al inicio de la transformación de la "fábrica
líder", en 1992, nos encontramos en febrero de 1995, con sólo 1.211, es
decir, menos de la mitad [42].
Los motores producidos en 1994, en cambio, fueron ligeramente más que en 1992:
354 mil, frente a 347 mil. Según el mismo alto responsable, el 21% de todos los
motores que salen de las fábricas Renault.
El
proyecto líder-mecánica fue decidido
a finales de 1991, en un momento en que tanto esta empresa, como otras
igualmente pioneras en la innovación en la organización del trabajo en Europa,
ponen en práctica una política homogeneizadora de estrategias antes dispersas[43].
Los primeros pasos se dieron con el año 1992, incluyendo cambios (y
continuidades...) en la dirección de la fábrica y en su estructura funcional[44].
En 1995, las UETs abarcan ya a todo el centro de trabajo, aunque, como veremos,
esta "implantación está lejos de ser un proceso acabado", incluso
desde el punto de vista de los responsables de la "uetización" de la empresa.
La
"fábrica líder" ha conocido dos etapas netamente diferenciadas. La
primera, comprendió, simultáneamente una estrategia de creación de "grupos
de producción", acordados entre empresa y trabajadores, con remuneración
extra por dicho compromiso,como decíamos, y se apoyó en toda una trama de
trazas y raíces de cambio organizativo precedentes[45].
La
segunda etapa, la que se llama por los propios actores empresariales "líder II", se inició precisamente
en abril de 1994, coincidiendo con un cambio de Director, y debía tener un
primer momento de balance en la primavera de 1995 con la producción en serie
del nuevo motor E-1600 [46].
En las palabras de un directivo, en abril de 1994, "la líder II es el
descubrimiento reflexivo del equipo de por dónde debe orientarse la mejora en
esta fábrica (...); estamos en una fase de construcción, incluso de la idea
misma" [47].
Un
año después, en la primavera de 1995, las distintas etapas que componen la
secuencia de implantación de las UET, se han completado en toda la factoría [48].
Sin embargo hay una consciencia casi unánime entre los responsables de la
implantación de que ésta se llevó a cabo de forma apresurada, sin haber
realizado un análisis detallado y firme de los procesos de trabajo en los que
se iba a anclar la nueva organización. Hay que volver al inicio, al
"mallaje", para inyectar savia organizativa en sus cimientos mismos:
"Está formalizada -dice un directivo en 1995- pero no está ni consolidada,
ni desarrollada, ni utilizada". "El diagnóstico que nosotros tenemos
-agrega otro directivo- es que se ha hhecho una implantación demasiado
mecanicista y no se ha socavado y construido un tejido organizacional basado en
costumbres arraigadas". Y a ello
se le da tanta más importancia, cuanto que se afirma rotundamente: "le
pari de cette usine c'est l'organisation'"[49].
6.3. Haciendo camino al andar: nuestros criterios de selección de
áreas de trabajo.
Para una
aproximación realista: esto es, que
se acerque cuanto más mejor a la situación
real, a las dificultades y a las posibilidades, a la forma en que los
distintos actores sociales han vivido
el cambio, es preciso, a nuestro juicio, un tipo de investigación contingente,
aunque, obviamente, teóricamente orientada [50].
Hemos
evaluado, en discusión con responsables y mandos de la empresa, con
sindicalistas y trabajadores, así como con "consultores UET", los
datos cifrados disponibles, las etapas avanzadas y los nuevos problemas
planteados. Con todo ello en mente, y tras distintas aproximaciones al terreno,
hemos elegido un conjunto de situaciones de trabajo, equivalentes a UET (o
viceversa), teniendo presente algunos factores que parecen explicar la
evolución distinta, la mayor o menor incidencia de las dificultades que a todas
las UETs se les presentan.
Hemos
tenido presente, por tanto:
1)
la experiencia anterior en nuevas
formas de organización (grupos semiautónomos, círculos de calidad, etc.); 2) la
maquinaria más moderna o antigua; 3)
la mayor o menor dureza del trabajo
realizado; 4) la centralidad estratégica del producto parcial o del proceso; 5) y, finalmente, el mayor o menor
grado en que afecte a cada UET la política de movilidad de la empresa, que,
especialmente, desde finales del 94 hasta el presente, junio de 1995, ha
obligado a poner en cuarentena muchos cambios en marcha, desestabilizando los
colectivos de trabajo y las políticas de implicación y motivación.
6.4 Los 'grupos' estudiados.
Tras nuevas
visitas sobre el terreno, contraste y evaluación, que nos ha servido para un
conocimiento de primera mano, y ayudado a la decisión, hemos podido seleccionar
cuatro UET que combinan, en distinto modo, los criterios y variables que acabamos de indicar, y que han sido objeto de análisis más
detenido[51].
A) Montaje de trenes traseros.
En el Departamento II de Motores, "órganos mecánicos", trabajan casi
la mitad de los ocupados en febrero de 1995 en toda la factoría: unas 600
personas. El Departamento tiene un Jefe, Director, del cual dependen 3 Jefes de
Taller, de los cuales, a su vez dependen distintas UET, en las cuales se
integran los trabajadores directos. En total, incluyendo al Director de
Motores, se quiere que los niveles jerarquicos no sean superiores a 5, Jefe de
UET incluido también, y contando con los obreros rank and file.
Las
UET, en este Departamento, tuvieron, al principio, y quizá por más de un año -nos dice un responsable- "más de
fórmula que de realidad". "Era papel, exclusivamente papel",
"como metidas con calzador".
Hoy
las UET están más consolidadas, pero muestran problemas de definición desde el
principio. Y, en no pocos casos, confusión de papeles: Jefes de UET que lo son
de varias, distintas. Jefes de Taller que han de coordinar tareas que eran, en principio, asignadas a los
"jotau", como se les conoce en el argot de la planta.
Dificultades para dar autonomía a una 'miniempresa', (una 'fabriquita' la
llamará algún entrevistado), si el Jefe=gerente no es "dueño" del
"pequeño negocio" en los dos (o tres) turnos. Y si lo es, entonces será, necesariamente,
un 'absentista' durante algún tiempo, aunque se piense en ensayar esta
modalidad de 'disposición total' de estos Jefes de Unidad, completos, a través
de los turnos.
La
principal dificultad en el enraizamiento de las UET y del programa organizativo que suponen, está en que se necesita tiempo
(o personas equivalentes...) para reuniones, resolución de problemas, etc.:
"hay una inercia que es la producción, la cantidad; o sea, para hacer eso
[reuniones, formación, etc.], hay que
parar. Si tu quieres sacar dos personas de la línea para que participen en un
grupo de resolución de problemas, pues, en una línea de mecanizado, que son
líneas muy automatizadas, se para la línea (...) y aunque digas que no pasa
nada, que sacamos la producción igual, no hay manera (...). Hay que ir
rompiendo esos esquemas".
Montaje de trenes traseros. Un ejemplo de jefe de UET con dos 'amores', aunque
sean ambas UET de montaje de trenes traseros[52],
ha sido uno de los centros de nuestras entrevistas.
Para
añadir contraste a la situación, como indicamos más arriba, una de estas UET
es, además, 'grupo de producción', con retribuciones extra por la asunción de
determinadas tareas, compromisos de calidad, etc. La otra es una
"simple" UET. El grupo-UET "funciona bastante bien",
"prácticamente funcionan a nivel autónomo". Son ocho personas, con
"polivalencia total", en todas las operaciones de montaje de trenes
traseros.
"La
segunda UET tiene un poco más de problema, debido a no tener [retribución de]
grupo, porque (...) es como todo, si tú das algo, puedes exigir algo".
Para
el J.U. dando responsabilidades, con un poco de tiempo, ambas UET "tienen que funcionar igual". Pero
está en sus manos algunos estímulos que podría utilizar: más niveles en las
categorías, reconocimiento de la polivalencia en retribuciones... Lo que si está claro es que "ha
cambiado mucho la gente, en todos los sentidos,[están] más dispuestos para casi
todo".
La
carga de trabajo del propio Jefe de Unidad "ahora es mucho más y con más
responsabilidades" de gestión de asuntos que antes le resolvían otras
personas.
La
movilidad no afecta a estas UET y
hace de estas unidades un caso muy especial, sobre todo por lo que respecta a
la motivación, lo que es el problema
en casi todas las demás UET.
Ya no se puede
"apretar" más a la gente en su trabajo pues, en los últimos años, se
han "apretado mucho los tornillos por todos los sitios".
Desde
el puesto directo de trabajo, estas apreturas,
esta "sobrecarga" de trabajo es perfectamente identificada, pero se
vive como una necesidad, si se quiere que la actividad de la factoría continue,
que no se la lleven a otro sitio.
"La UET, lo que nos ha cambiado es dos hechos: que nos hemos hecho
responsables de lo que nosotros tenemos, o sea nuestro trabajo. Entonces, como
yo soy el responsable, automáticamente se me va a localizar que el error es
mío". Y, por otro lado "la UET lo que nos ha dado ha sido la
responsabilidad como persona del trabajo que estás haciendo".
B) La UET de carter de cilindros[53],
lleva a cabo su trabajo en una vieja máquina transfert, que lleva ya más de veinticinco años en la empresa, y
que fue remozada y puesta al dia en 1989, con ocasión del lanzamiento del motor
"E". En ella trabajaban, por turnos, 14 obreros directos más un
mecánico, un eléctrico y uno de calidad, hasta septiembre de 1994. En febrero
de 1995, debido a la baja actividad y demanda de producción, trabajan
únicamente 8 personas. Siempre bajo el mando de un jefe de UET.
En
enero de 1992 la primera de las experiencias de UET de la fábrica líder"
se llevó a cabo, precisamente, en carter cilindros.
La
"construcción" de la(s) UET se llevó a cabo con preparación y
detenimiento: "la gente no se lo creía mucho, pues era una cosa
nueva".
Se
trata, como acabamos de indicar en el punto anterior de un trabajo
"duro", que llevan a cabo trabajadores con una larguísima
experiencia, tanto en la empresa como en los puestos concretos que desempeñan.
La polivalencia aquí, necesita varios meses en cada puesto: se llega a afirmar
que entre seis meses y un año. Por tanto, conseguir un "comodín" o "cabecera
de línea", esto es un obrero totalmente polivalente en la Transfert, es una tarea de años.
La
nueva organización en UETs se ha visto enormemente dañada por las políticas de
movilidad interna de la empresa, agravadas por la bajada de actividad, que ha
obligado a prescindir de, prácticamente, la mitad de los trabajadores.
La
primera consecuencia ha sido la reducción de las propias UET existentes, que
eran una por cada uno de los tres turnos, y que ahora son sólo dos. En un
primer momento, y con la perspectiva de la producción en serie del motor E7M,
se retiene al personal para ocuparlo en la nueva línea, pero, finalmente, en
febrero de 1995, se reduce personal.
"Se
ha venido todo un poco abajo" -indica un responsable- "porque la
gente se ha desmotivado". Se ha pasado de un conjunto de trabajadores
"integrados", a un conjunto lleno de escepticismo y con más actitud
de desconfianza.
El
orden de salida es, además, generador de conflictos entre los trabajadores. Y entre éstos y los mandos
directos, jefes de UET y jefes de Taller. Primero -respetando los términos del
convenio colectivo- los menos polivalentes. Pero, además, se plantean problemas
con trabajadores de oficio que, para el taller son menos cualificados que los especialistas
que llevan en el "tajo" siete u ocho años: "a la hora de
trabajar en la máquina era mucho más profesional", "mucho más
polivalente" el especialista.
Así
el resultado actual es que "muchos se han ido a Palencia, otros están en
montaje de motor de aquí, otros están en Montaje [de coches] en Valladolid, y
bueno, se han desfigurado las UET". "Se ha venido todo un
poco abajo", después de haber "invertido muchas horas en
mentalizarles" [54].
El
Jefe de la UET había sido encargado con anterioridad. Se les ha dado más responsabilidad, y se les
ha formado (casi 300 horas). Ha llegado aquí por cooptación o designación. Pese
a la ayuda que supone la Célula de Asistencia Técnica, "adjunta" a
las UET, las tareas que se exigen son muchas, en un contexto de reducción de
personal: "Que ha habido tiempos mejores -afirma-, por supuesto. Ha habido
tiempos mejores a partir de que había más plantilla"; "llegan algunos
momentos en que yo no se si estoy colaborando o me estoy pasando".
Esta
situación provoca que el jefe de la UET, que asume, como algo inevitable y sin
posible discusión, que "la producción tiene que salir", se vea en la
obligación de hacer tareas de reemplazante, o de atender a manutención interna,
"porque es que con siete tíos es que no puedo".
Esta
actitud de colaboración y asimilación de los objetivos de la empresa, puede ser
calificada por los sindicatos, y así sucede en la realidad, como el comportamiento de
un"arreador": "sí, todo se ajusta mucho sobre la gente, aunque
en realidad no se atornilla del todo".
Los
obreros directos creen que, al final de las mejoras que pueden introducir las
UET, hay siempre "un puesto de trabajo menos". Ese sentimiento está
presente, aunque a veces se exprese por caminos tortuosos, vivido como una
fatalidad. Y eso genera una actitud fuertemente ambivalente y conflictiva: para
ser competitivos y mantener las producciones, hay que reducir los efectivos,
pero alguién se irá a la calle para que eso se cumpla.
Pese
a ello, las nuevas UET, dicen en las entrevistas los jefes de UET, han dado
paso a mejores relaciones con los trabajadores: "de no hablar con la gente
o hablar lo imprescindible, a sentarte con él, venir, reunirte y hablar entre
todos, hay una diferencia". Es, "relacionarse de una manera más
cordial".
"Lo
que sí está claro -afirma un jefe de UET- es que la gente colabora. Si la
embarcas, se embarca". "Yo lo único que hago es achuchar otro
poco".
Los
trabajadores directos que quedan en
la UET tienen una larguísima experiencia en el mismo taller, e incluso en el
mismo o similares puestos de trabajo, pero con distintas categorías, aunque
lleven a cabo trabajos semejantes.
El
puesto arquetípico, que reúne las mejores
características posibles, es el de cabecera
de línea, o comodín, capaz de intervenir en cualquier puesto, y
especialmente hábil para hacer lo que ahora deben hacer todos los trabajadores: "el que antes llevaba una transfert
ahora lleva tres" simultáneamente. Estos obreros llevan, todos, una media
de 7 u 8 años en bloques del carter
de cilindros.
Las
reuniones y el desarrollo de las UET son juzgados como algo muy positivo,
enfatizando el papel del grupo, de las personas concretas, y de la
perdurabilidad de las relaciones que se establecen. Y así, aunque no cambie el
trabajo: "haces lo mismo y llevas las mismas máquinas, pero llevarte bien
con los compañeros que están al lado es fundamental".
Con
esa idea fuerte, la sola posibilidad de la movilidad erosiona fuertemente al
grupo: "si estás pensando que te van a llevar a Palencia, que te van a
llevar a montaje, el trabajo ya no es el mismo". Cambiar de compañeros de
trabajo, de hábitos, de "ambiente" es vivido como una ruptura
difícilmente recuperable.
Por
otro lado, la colaboración y refuerzo del grupo de trabajo se ve dañada por la
reducción de personal: el comodín
está, con la UET al completo, para ayudar "al que más pillado está".
Pero, "si estamos sin gente no puedes ir a ayudarle a nadie". Esta sensación de que no queda un poro libre
en la jornada de trabajo se observa ya a simple vista en los talleres.
Es
más, por esta presión, muchas veces
hay que trabajar durante la pausa del bocadillo, y ni siquiera ese tiempo
permitirá el intercambio entre trabajadores, angustiados por sacar adelante la
producción, o resolver un problema de una máquina. Más aún, en esta
circunstancia no habrá tiempo, ni previsto ni real, para leer las noticias
incluidas en el tablero de la UET,
que se supone que es una forma de socialización y aprendizaje sobre cada una de
estas "miniempresas" en las que ahora se ha dividido la gran empresa.
La
conclusión es meridiana: "se
trabaja más porque lo primero es que tienes más responsabilidad; y, además,
llevas muchas más máquinas. O sea, se trabaja bastante más".
Y
la "productividad", en una época en que el discurso sobre la
tecnología esta omnipresente, se acepta que se haga "tirando del obrero
siempre"; parece inevitable:
hoy "cada uno en una máquina, eso es imposible". "Hay que currar
más, hay que llevar más máquinas".
C) Cigüeñales. La organización
del taller nuevo de cigüeñales[55],
con inversiones tecnológicas de primera línea, estaba aún al ralentí cuando
terminamos la investigción sobre el terreno, la parte principal, de esta
información directa. Sin embargo, las entrevistas con los responsables, tanto
de Taller como de UET, mantenidas sobre el layout de la nueva
instalación, con personas en pruebas, y ensayando los ajustes necesarios, han
sido fuente de información de enorme interés, en cuanto al proyecto basado en
UET.
Un
Jefe de Taller con amplia experiencia, primero en mantenimiento de
automatismos, y luego en montaje de motores, enfatizará la necesaria
disposición de las máquinas de modo tal que se "recorra el menor espacio
posible". Y ello porque, además, colocando las máquinas próximas, podrá la
organización adaptarse al hardware: así, los obreros, entrenados al
menos para poder atender a tres máquinas, podrán (o tendrán que)desplazarse de
una a otra con facilidad. "Hemos
procurado-dice[56]- dar
un poco de cercanía, pero tampoco no ha preocupado porque lo que queríamos es
que estuvieran en tres puestos, o sea, si éste mañana falta o lo que sea, pues
es capaz de ponerse en el otro. De
todas maneras, a la hora de avanzar, ellos lo saben, la polivalencia es algo
que se valora a todos los efectos, para ascensos si hubiera, para movilidades y
cosas de esas; hay una lista, en la cual el que se va es el menos
polivente".
Sin
embargo, la atribución de los nueve
puestos previstos, y la saturación de los mismos, en tan sofisticada
maquinaria, se hace por tan tradicional medio como el cronometraje: "se
cronometran las intervenciones manuales que tienen que hacer".
Para
esos puestos y esas polivalencias, se estima necesaria una formación por puesto
de dos semanas: algo bien lejano de los varios meses necesarios en la transfert
de bloques, como veíamos.
La
intensidad del trabajo está ya prevista y planificada: "Cuando había mucho
personal era menos automatizado todo y se enmascaraba mucha gente, y seguía
bien. Hoy en día no, ni para ir a tomar
un café...";las cosas han cambiado mucho: "en verano hace mucho calor
aquí dentro; a la caida de la tarde, después del bocadillo, la gente estaba a
la sombra por fuera, en la calle. Hoy
no ves ni uno ya, ni uno ves en la sombra en verano ya".
"Estos
hombres dicen, algunos de ellos, dicen que están estresados", pero,
gracias a eso "estamos trayendo actividad aquí, y eso, ¿por qué es?.- Pues
porque somos rentables, no nos engañemos.
Y gracias a eso estamos trabajando, que si no, no estaríamos trabajando
todos". "Con la implicación
de los hombes, ahí está el éxito".
D) Montaje del motor. En el estudio
de una UET de montaje del motor, precisamente un trabajo que ha conocido,
probablemente, el mayor número y diversidad de experiencias organizativas en la
producción de automóviles[57],
nos encontramos con la dificultad de una avería en el software
informático de gestión de los motores acabados para su prueba, mediante un
sistema de carros filoguiados[58]. Tras tres días de espera, y de observación,
decidimos llevar a cabo la entrevista a un Jefe de UET en estas circunstancias
que suelen presentarse como excepcionales.
Nuevamente
nos encontramos con un trabajador con más de veinticinco años de experiencia,
que había recorrido distintas experiencias de trabajo en la empresa, hasta
llegar a ser encargado antes que "jotau".
Para
él los problemas que plantea la movilidad obligada de los trabajadores es el
principal obstáculo para un rodaje 'normal' de la UET, compuesta por dieciseis
trabajadores: "ese es el mayor problema que tenemos". La cadencia de producción de motores (en
febrero de 1995) es, prácticamente de dos motores por minuto. Es decir un tiempo de ciclo de 30 segundos,
y una producción media de 108 motores por hora de trabajo.
La
segunda dificultad, con consecuencias sobre la primera, la movilidad, viene
dada por los cambios del volumen de producción, que obligan a equilibrar la
cadena para saturarla, con previsiones productivas que suelen ser de un mes, o
dos a lo sumo.
Los
trabajadores no rotan en sus puestos de trabajo, porque, nos explica, para eso
necesitarían formación para ser polivalentes, y para poder dársela, sería
necesario un trabajador más, un 'comodín', que sustituya a la persona que se
está formando. Por ello, conseguir la
polivalencia, que sin embargo se desea para el trabajo en UET, le parece
prácticamente imposible: "los J.U. no somos dioses para hacer esas
cosas"; "si no nos dan medios, nosotros no podemos hacer
milagros".
Y
para redondear sus problemas, con la falta de sustitutos, el diseño productivo
está hecho para funcionar sin averías: "esto está hecho para que no haya
averías, las máquinas no paren, no falten piezas y nadie se
equivoque". Y pone entonces un
ejemplo que no se refiere al caos producido por la avería de los programas:
"hemos tenido avería en una máquina y hay que recuperar esa
incidencia. Porque es que ahora si se
pierde un cuarto de hora, prácticamente casi son treinta motores. Entonces, hay que recuperar treinta motores,
estando como estamos de saturados, porque hay veces que las máquinas ya no
pueden. Tenemos máquinas que sacan
justo ciento dieciocho motores a la hora(...).
Siempre y cuando no falle algo en la máquina, asistiéndola siempre,
podríamos recuperar diez motores por hora..."
En
este clima de presión de tiempo, las reuniones de la UET suelen ser tensas, y,
además hacerse fuera de horas de trabajo. Conseguir un clima de colaboración es
un esfuerzo titánico, afirma nuestro entrevistado. Y, para colmo, no faltará quien le diga "vienes aquí con el
látigo". Demasiadas dificultades
para que la nueva organización enraice entre los trabajadores, una organización
que, se cree, tiene sobre todo que ver con "la voluntad de las
personas"[59].
7.
Conclusiones.
1.
Por cuanto hasta ahora sabemos, para explicar esta "fabricación de una
nueva organización" debemos comenzar por mirar hacia las raíces, la
historia de esta empresa, y el aprendizaje, no sólo de sus directivos, sino muy
especialmente del colectivo de mandos intermedios y trabajadores. Las distintas
experiencias organizativas, las distintas políticas mantenidas a lo largo de
los últimos veinte años, son la tierra sobre la que se asienta el cambio [60].
La
construcción, a lo largo de tres años de la estructura basada en UET, parece
haber adolecido -a juzgar por los resultados de nuestra investigación-, de improvisación; imposición desde arriba, a
veces tan arriba como estrategias organizativas decididas desde París; e
ignorancia del "activo histórico" de la empresa, sedimentado en
nuevas formas de organización que pudieran haber sido el punto de referencia
para un desarrol lo más enraizado.
La novedad ante todo ha hecho,
probablemente, que más de un descubrimiento del Mediterráneo olvidara que en
Motores se hablaba en prosa sin saberlo: el trabajo en grupo, las campañas,
incluso experimentales, de sugerencias, la reorganización del trabajo, tiene ejemplos
que perduran en la memoria colectiva y que, en algunos casos se remontan a más
de quince años atrás.
Sin
embargo, cuando se quiere dar cumplida respuesta a la pregunta fundamental,
¿por qué ha elegido Renault su fábrica de Valladolid como centro experimental
de la organización del trabajo en la fabricación de motores?, no descartamos
que una de las razones de peso que se pudieron tener presentes en aquella
decisión estratégica, valorizara, realmente,
el activo de experiencia, saber hacer, grupos semiautónomos, etc. existente en
la fábrica.
2. Un 'resultado', tan evidente que no
parece necesitar más documentación, es
la drástica reducción de efectivos en la empresa, que encaja mal con toda una
serie de problemas de aplicación de la nueva organización, casi siempre
vinculados a la "falta de personal". Un Jefe de Taller lo resumía con esta meridiana claridad: "Es que lo que se hacía antes con
catorce manos de obra directa, se está haciendo ahora con siete. Entonces, el que antes llevaba una transfert
ahora lleva tres, el hombre está ya al límite de sus posibilidades".
3. Hemos constatado un consenso sorprendente en
los distintos actores sociales, incluso fuera de la fábrica, en cuanto a la
"necesidad de competir", por mantener la actividad en la región, por
"asegurar el futuro". Y ello,
a pesar de que la carga de trabajo
ha aumentado en relativa proporción inversa a la reducción de plantilla. Este último hecho parece a todos,
también,una evidencia clara. Ahora bien, qué consecuencias tiene para la vida
de los trabajadores, no sólo dentro, sino también fuera de la fábrica, es algo
que merece la pena investigar más en el futuro[61]. Desde luego, si hemos detectado indicios de
que, en la ciudad y en la región "prima la inseguridad y preocupación, tanto
geográfica como funcional", pero ha de documentarse y probarse[62].
4. Los nuevos mandos intermedios, los Jefes de
UET, no ven diferencia entre lo que antes hacían como encargados y su nuevo
papel: "en realidad -dice uno de ellos- han querido cambiar la figura, no
se si por organigrama o por qué. Lo que
si está claro es que nos han querido dar más responsabilidad, y se nos ha
preparado para ello [con formación]".
Y continúa, identificando el
incremento de la carga de trabajo que ahora se les exige: "en realidad lo
que se nos pide a nosotros es que pilotemos todo lo habido y por haber en la
UET, y esta claro que se nos va de las manos(...); a mi me dicen: venga,
prepara, dirige, no se qué, y, además me informas, y además te reúnes, y además
convences al personal de lo que hay que hacer. Pero si yo fundamentalmente, la mayoría del día estoy metiendo
piezas, sacandolas, y detrás de una avería, o sea, no estoy tampoco en mi
papel".
5. Para los sindicatos, en Valladolid, las
cosas son ahora más difíciles, hasta desde el punto de vista del número: la
reducción de la plantilla de Fasa ha provocado una agrupación de centros de
trabajo (motores, montaje, carrocería) para las elecciones sindicales[63]. Y
el mercado de trabajo muestra un deterioro
continuo, en el que "la situación de precariedad e inseguridad
laboral" es la nota característica[64].
A
la búsqueda de nuevos espacios de negociación, no es frecuente hallar
alternativas concretas y propuestas de reformas a la nueva organización en las
publicaciones y tableros sindicales. Y cuando las hay, son declaraciones
genéricas que nada tienen que ver con las argumentadas alternativas, por
ejemplo, de los sindicatos alemanes[65]. He aquí una de ellas: "existe,
compañero-escribe la UGT en su boletín Sin fronteras[66]-,
una serie de graves riesgos en la aplicación de estos sistemas de trabajo
(...). Pero estos sistemas
organizativos hacen crecer la insolidaridad, el rechazo a los compañeros menos
preparados, menos hábiles o de mayor edad o con una salud más precaria; propician
un espíritu de célula cerrada sin contemplar los problemas del conjunto".
El
margen de maniobra de la acción sindical, en relación con la nueva realidad
productiva, se debate entre la elección de una opción defensiva que
circunscribe sus objetivos a los parámetros tradicionales, y que como actor de
referencia es, indirectamente fomentada por la empresa. O bien, la redefinición
de sus estrategias, en las que el sindicato tome la iniciativa y participe
activamente en el "diseño del trabajo y del trabajador". Bien es cierto que, como nos dice con toda
claridad un alto directivo, "no hay negociación sobre el contenido
organizacional" con los sindicatos.
La cultura y la tradición de Fasa, afirman y reiteran, es que "la
empresa organiza como quiere", e informa.
Ahora bien, añaden a continuación, pero en los talleres hay mucha
democracia, "en la práctica
todos los jefes negociamos"[67].
Para
los sindicatos, hoy, existe una clara conciencia de que deben tomar la
iniciativa, con propuestas concretas, entrando dans le vif du sujet,
recogiendo las muchas experiencias europeas en la materia, presentando planes
de futuro que se 'mojen'-según su misma expresión- en todos los aspectos de
gestión de la empresa[68]. La impresión que nosotros hemos recogido
sobre el terreno podría resumirse en estas afirmaciones de uno de los dos
sindicatos más votados en las elecciones sindicales de FASA-Renault:
"Sería un suicidio del sindicalismo negarse a tener en cuenta las nuevas
condiciones de trabajo y no actuar para aportar las garantías sociales
necesarias. Es decir, no se trata de corregir un proceso que es imparable en la
dinámica industrial que se está implantando tanto en nuestro país como en
Europa, sino incorporar las demandas sociales y laborales, anticipándonos al
propio proceso de innovación, a su diseño y desarrollo"[69].
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[1] D. Linhart, 1994, pp. 4, 3 y ss. Hay muchas coincidencias entre sus planteamientos y los nuestros, tal
y como lo expresamos, con anterioridad, en "¿De qué postfordismo me
hablas?", publicado en Sociología del Trabajo, n. 21, primavera de
1994, pp.49-78.
[2] D. Linhart, 1994, p. 77 y ss. Veáse, también, su Le torticolis de l'autruche, 1991. Y, en castellano, "¿Qué cambios en la
empresa?", en Sociología del Trabajo, n. 11, 1990-1991, pp. 25-48.
[3] Veáse, por ahora, Boyer y
Freyssenet, 1995. Y las distintas
referencias recogidas bajo "Actes du Gerpisa".
[4] Ver Amalberti et alii, 1991, p. 9. "'modèles' ici
signifie simplement 'descriptions simplifiés de la réalité', les niveaux et
catégories d'abstraction définissant ainsi la spécificité des différents
approches".
[5] M. de Montmollin, 1994, p
181; "'Modèle' est ici defini comme ensemble organisé de concepts qui
définissent, pour l'ergonome, l'objet de son étude; ensemble qui s'inscrit,
parfois, dans un cadre théorique et qui s'accompagne de méthodes".
[6] P. Kidd, 1992, pp. 13-14. La lista que enumera
Kidd como caracteríticas de ese "modelo general de referencia", es la
que le obliga a decir que "this is not a prescriptive model". Dicha lista incluye casi todos los rasgos que
mencionamos ahora mismo en el texto, con una versión más elaborada, la de W.
Wobbe, 1992; y F. Lehner, 1992.
[7] Lehner, 1992, p. 29. Unas páginas más adelante se reconoce que en
ninguno de los países de la CEE, en 1992, los SAP son "more than a small
proportion of the industry"(p.52).
[8] Veáse Boyer y Freyssenet, 1995, passim. Y R.
Sainsaulieu,1987,pp. 17-87, Capítulo I, "La cohérence des modèles
organisationnels".
[9] Hatchuel y Sardas, 1992, p.
22.
[10] Veáse un elenco de esas
'características' en Capelli y Rogovstky, 1994, pp. 237-8; y, aún más
detallada, en Kidd, 1992, p.13. Lo de la "constitución artificial",
en Linhart, 1994, p.27. La competitividad
entre centros de trabajo de la misma
empresa, como veremos, se ha convertido en una parte central de la estrategia
de reorganización y de creación de una nueva disciplina del trabajo. S. Wood lo
vió con claridad hace años (Wood, 1988,
pp. 108-9).
[11] Capelli y Rogovstky, 1994,
p. 234. Tras intentar la comparación
entre sistemas productivos italianos y mexicanos, Rabellotti,1995, p. 39 y ss.,
ha de concluir preguntándose "It's there an industrial district
model?". Para responderse, en la
práctica, que no.
[12] Castillo, 1994, pp.56-57,
citado por Pérez Sáinz, 1994, pp. 102-103, en el apartado "Entre la
globalización y la exclusión".
[13] J. Geary y K. Sisson, 1994,
pp. 6 y 7, donde va la figura 1, "An illustration...".
[14] Yeung, 1994, en una review
mastodóntica de los estudios de la nueva organización productiva, es el
fabricante definitivo de la etiqueta "escuela californiana", para un
conjunto de estudios que son, a la vez, definición de un modelo.
[15] La cita de Carrillo,1995, en
su análisis de la fábrica Ford de Hermosillo, en el norte de México, dice así:
"Lipietz concluye que es una japonización cosmética 'de pacotilla', esto
es una taylorización sofisticada, basada en los bajos costos, representando un
fordismo periférico". Mayor
adjetivación, y por tanto, confusión conceptual, es difícil de reunir.
Sobre esta deriva de los estudios del trabajo desde
lejos, hablaremos más adelante.
Una primera aproximación está en nuestro texto "¿A dónde va la
sociología del trabajo?", recogido en El trabajo del sociólogo,
1994.
[16] L. Abramo y C. Montero,
1995, p. 87, "El debate actual, ¿fordismo periférico o flexibilidad
perversa?".
[17] La fajita que acompaña al
libro dice que es una investigación "de cinco años y cinco millones de
dólares". IMVP son las siglas de
International Motor Vehicle Program.
[18] Womack, et alii, 1990. Hoy en día
disponemos de críticas y análisis de este libro, desde el punto de vista de la
investigación (Veánse, por ahora, Williams y otros,1992;Berggren, 1992); pero
falta, a nuesto juicio, por hacer el análisis de cómo ha podido conseguir el
estatuto que hoy tiene, de referente (casi) universal. En el mismo sentido que pedía el estudio de
las modas "à la MIT" J.
Fontana, sobre El fin de la historia (Fontana, 1992, p. 8 y nota).
[19] W. Wobbe, 1992, p. 49 y
47. En la presentación de este texto,
se dice que el estudio del MIT "was running by chance parallel to the APS
research network"(p.VII). Ilona
Kovacs, 1995, ha hecho una comparación, de gran interés, entre ambos modelos.
[20] H. Krieger, "Foreword",p. VII, in Geary y Sisson, 1994.
[21] G. Smith, 1994, p. 71, nota 1. Smith estudia las "idiosyncratic forms of livelihood" en Valencia.
[22] Una excelente síntesis y análisis de estas dificultades del conocimiento distante, en M. Rose, 1995, capítulo 37, "In the wake of the new wave": "one result [de la formación estandar de los economistas] is an inbuilt reflex to reduce the complexity of real economic life to a set of models and formulae. It is then an easily taken step to regarding what does and can occur in the real world as equally axiomatic, equally schematized".
[23] Oliver, 1991, p. 27, hablando de la necesidad de desarrollar diseños
de investigación que vayan más allá de lo interminablemente repetido. Como Homans nos prevenía hace casi
cincuenta años, otra vez estamos, los sociólogos del trabajo, descubriendo,
"in each new situation, the same kinds of things over and over
again"; y mudar nuestra estrategia de investigación es imprescindible,
para no encontrarnos, decía en 1949, p. 336, "beginning at the beginning
every time".
[24] F. Pyke y W.
Sengenberger,1992, especialmente, la 'Introducción'.
[25] M. Castells, El País,
7 de julio de 1994.
[26] Un balance, que suscribimos, en M. Freyssenet,1995, "La
'production réflexive'...".
[27] Veáse nuestro balance de esas experiencias en Castillo, 1984. Y sobre el taylorismo, como telón de fondo y de contraste de la
nueva organización, Castillo, 1986.
[28] Ver, especialmente, su trabajo, presentado en la primera reunión internacional del Grupo Gerpisa, en 1993, "Le travail en groupe. Quelques interprétations", 21 p.
[29] J. Morris, 1992,
"Flexible internationalisation..."; en p. 417 dice que se procede a
la instalación, ya no del montaje sólo, sino de la "full
manufacture", con mayor innovación organizativa. Para los resultados reales de la aplicación de una teoría,
el modelo de los distritos industriales, en "a poor-country context",
veáse Morris y Lowder, 1992.
[30] Es el resultado de los
estudios sobre España y Europa de Molas-Gallart, 1994, pp. 156-157. Ver,
también, Molas, 1992.
[31] Veánse Jürgens, 1989;
Florida y Kenney, 1991; Actes du Gerpisa, 1993; Shaiken y Herzenberg, 1989.
[32] Véase Womack y otros, 1990; Boyer y Freyssenet 1993; Castillo, 1994.
[33] Veánse las atinadas
observaciones de Jennifer Platt, 1992, "Cases of cases... of cases".
[34] Dice una nota interna de la
empresa: "Mecánica y montaje: (...) se distingue entre los elementos
ligados a la propulsión (motor, caja de velocidades, transmisiones, dirección,
suspensiones, frenos...) y los ligados a la carrocería (carrocería propiamente
dicha, puertas, capots, asientos, faros...)". (Documento interno "Factoría
Motores fábrica líder", abril 1993).
[35] Una de esas 'influencias',
por lo lejana sectorialmente, buen testigo de lo que decimos, es la
reorganización del Hospital 'La Paz', de Madrid, con unos 6.000 trabajadores,
que ha traducido, tan al pie de la letra como permiten situaciones tan distintas,
la organización en UET implantada por Fasa, en este mismo año de 1995, por
"UBAs", Unidades Básicas de Actuación.
Comentando el estudio de Elsie Charron sobre la
FASA, presentado en 1994 en la Segunda Reunión internacional GERPISA, Robert
Boyer afirmaba, que, a juzgar por las experiencias llevadas a cabo hasta
finales de los ochenta, "el alumno había superado al maestro".
[36] Tal y como se expresó el
Director de 'motores' en la reunión de trabajo mantenida con el Grupo
"Relación Salarial" de Gerpisa, que visitó la fábrica el 21 de abril
de 1995.
(37) En esta primera etapa, 1992-1995, según distintas fuentes, la
inversión puede abarcar algo más de los 20.000 millones de pesetas del total
mencionado. Para tener una cifra de
comparación de políticas, y calculando a partir de los datos contenidos en los Informes
Anuales de Fasa, durante la vigencia del Plan Social, 1989-1993, se incentivaron las bajas de 6.849
trabajadores. De ellos, tan sólo las 4.968
personas que causaron baja entre 1990 y 1993, costaron 61.588 millones de
pesetas, de los cuales la empresa paga, se nos dice, el 60 por ciento.
[38] No dejará de ser una contradicción que se vive con plena conciencia
entre los directivos: enseñar y transmitir a otros su experiencia puede,
evidentemente, volverse contra ellos.
Que, por ejemplo, los centros de Cacia en Portugal, o Rimex en México, fabriquen mejor, si pueden competir
sobre el mismo producto, es un peligro para la continuidad de las fabricaciones
en Valladolid.
[39] Esta investigación se inició en marzo de 1992, y se ha continuado, con
visitas sobre el terreno en la primavera de 1993, a lo largo de 1994 y en
febrero-octubre de 1995. Además de trabajos muy laboriosos de
documentación y consulta en Valladolid y Madrid, hemos llevado a cabo una serie
de recorridos de taller y entrevistas semidirigidas y planificadas con la
dirección, responsables de participación, formación, sistemas de progreso,
personal, mandos de taller, jefes de departamento, jefes de UET, y trabajadores
directos, además de con el equipo de "Consultores UET", estudiantes
de psicología en prácticas, presentes en febrero de 1995, y más tarde en mayo
del mismo año.
Siempre que usamos citas entrecomilladas, remitimos a declaraciones
textuales, grabadas y transcritas de estas entrevistas, que se citan a pie de
página. En más de una ocasión, y para preservar el anonimato de los
informantes, se presentan los cargos o categorías de forma tal que el lector
pueda tan sólo'colocar' las respuestas
en su sitio.
Ha colaborado con nosotros, como Ayudante de
Investigación, Javier Méndez.
[40] Memoria Técnica. Factoría
de Motores. Fasa Renault, septiembre 1994, p. 1 [Primer Premio a la
Calidad, Consejería de Economía, Castilla y León].
[41] Para un historial del taller Motores, así como de la situación de la organización
del trabajo y de las actitudes de trabajadores y mandos, véase nuestro
"Diseño del trabajo..." (Castillo, 1991). Conviene resaltar que estas
visiones y tentativas tienen, en este caso, casi diez años. Al respecto,
Bruni,1994,pp. 171 y 174, ha destacado como la Fiat no esperó a La máquina que cambió el mundo, para
planear la implantación, en 1989 y 90, de la fábrica 'fluida' de Melfi, en el
Mezzogiorno italiano, previendo la nueva organización de la producción: frente
a los talleres propiamente de la Fiat hay 500.000 metros cuadrados para la
instalación de subcontratistas de primer nivel.
[42] La distribución de estos
efectivos era, a 31 de enero de 1995, 1211 personas en total, de ellos 244
mandos intermedios y 31 directivos superiores.
Por Departamentos ('Motor' y 'Órganos mecánicos'), había 537
trabajadores directos, frente a 515. 94
personas en logística industrial; 58 en Asistencia Industrial; 22 en el
Departamento de calidad; y 6 en el de Personal. En
octubre de 1994, el censo para las elecciones sindicales indicaba, para toda la
Fasa en Valladolid, 9.175 trabajadores.
[43] Camuffo y Micelli, 1995.
[44] En declaraciones a la prensa
del Consejero Gerente de Fasa-Renault, J. Antonio Moral, "en los últimos
años, Fasa-Renault ha sufrido una serie de cambios organizativos dirigidos a
mejorar la gestión, tales como la reducción de los niveles jerárquicos en la
estructura organizativa de las UET, el desarrollo de los útiles de Calidad
Total, Aseguramiento de Procesos, Aplicación del Autocontrol, Aplicación del
TPM (Mantenimiento Productivo Total), el aseguramiento y control de los costes
al nivel más bajo posible y el desarrollo de los Recursos Humanos".(El
Mundo, Especial 'Empresarial', 28 de octubre de 1993, p. XIV).
[45] Sobre todo el proceso, desde el arranque de
la implantación de las UET, hemos podido consultar un detallado material
interno de la empresa, así como recoger, al hilo de su desarrollo, las
evaluaciones, impresiones y vivencias de responsables y "afectados"
por los cambios. Véase Fasa-Renault.
Factoría de Motores: Dossier Motor E. Fábrica Cible, Valladolid,
6.11.91. B. Brangier y E. Couvreur: "Développement des Unités Élémentaires
de Travail en fabrication", RENAULT-DPAS, enero 1992; "Situación de
los grupos de producción-Factoría Motores-1 y 2", febrero 1992. "Las
Unidades Elementales de Trabajo y la mejora continua en la Dirección
Industrial", Editorial de Comunicación Mandos, n. 30, febrero 1992.
[46] Que, como hemos dicho, se retrasa y trastoca, por reducción de
actividad, y la 'necesidad' de "perder" personas por movilidad
interna de la empresa en el área mismo de Valladolid-Palencia: desde septiembre
de 1994 hasta febrero de 1995, más de 200 trabajadores han salido de 'motores',
temporalmente. Los directivos son
conscientes de que es una tarea casi imposible fijar y, simultáneamente, mover,
a los trabajadores; y en el Convenio Colectivo, firmado, finalmente en 1995, se
han creado mecanismos estructurales, tales como la indemnización por traslado
definitivo a Palencia, para paliar los costes de primas por transporte que
abona la empresa.
[47] Hasta diciembre de 1993, la
empresa distingue las UETs de la UES: unidades elementales de servicio, pasando
a homogeneizarlas en esa fecha, y definitivamente, en palabras del nuevo
director, Carlos Quintana, en marzo de 1994: "Nuestras Unidades
Elementales de Trabajo son el mismo modelo estén donde estén (...). Nuestro
mensaje de sencillez y unidad en torno a un único modelo organizativo, definido
como el único y básico para el conjunto del Grupo Renault", Editorial y
entrevista en UET, n. 6, marzo 1994.
[48] Esas etapas son: 1:
identificación, el "mallaje" se le llamará en la jerga afrancesada de
la empresa; 2: la determinación clientes-proveedores; 3: líneas de mejora e
indicadores; 4: plan de progreso; 5: análisis de costes; 6: plan de animación.
Véase Motores fábrica líder: "Estado
actual de las UU.EE.TT.SS.", abril 1993; Motores Fábrica Líder:
"Unidades Elementales de Trabajo", diciembre 1994.
[49] Director de Motores,
21.4.1995.
[50] Boyer y Freyssenet, 1994.
[51] En todos los casos que ha
sido posible -en alguno no hemos podido hacerlo por impedimentos técnicos,
avería prolongada de máquinas, por ejemplo-, hemos procedido de la siguiente
manera: una primera documentación sobre cada unidad, seguida de una visita
primera de exploración, guiada, con una persona que conoce todo el
proceso. Más tarde, generalmente, en
otro día, se han concertado entrevistas semidirigidas, con un guión muy
flexible, comenzando con el responsable, en su caso, Jefe de Taller, para
seguir con el Jefe de Unidad, y terminar con uno o varios trabajadores, sin
presencia de la jerarquía. Todas las
entrevistas se han llevado a cabo por dos personas, en casi todas las
ocasiones, Javier Méndez, Ayudante de Investigación, por un lado, y han sido
guiadas y realizadas por Juan José Castillo.
Amén de las notas y observaciones recogidas en la entrevistas, que han
durado entre una hora y media y tres horas, se han trascrito las grabaciones
magnetofónicas, unas treinta horas, y se han analizado como un todo.
[52] Los trenes traseros son el
conjunto del eje, tambores de frenos, rodamientos, latiguillos y conductos de
liquido de freno, etc., que compone un conjunto bien definido, aunque con
características y modalidades de montaje diversas. En todos los casos, las exigencias de calidad y seguridad son
aquí determinantes para la construcción de un vehículo automóvil.
[53] El carter de cilindros, o
bloque, es la parte inferior del motor, que la empresa mecaniza a partir de
bloques de fundición proporcionados por un proveedor. Las máquinas transfert son un conjunto de máquinas vinculadas
entre sí,de transferencia, donde el producto, en este caso, el bloque, pasa
automáticamente de una máquina a otra, que realiza, literalmente, cientos, en
total miles, de operaciones: taladrado, fresado, abocarado, rectificado,
etc. La evolución de estas tecnologías
ha sido enormemente acelerada, y no puede, desde luego, compararse, una
transfert de los años setenta con las actualmente en funcionamiento, mucho más
flexibles y dotadas de sistemas de seguimiento y autocorrección inimaginables
hace tan tólo quince años.
[54] Las afirmaciones son
recogidas en entrevistas de enero y febrero de 1995. Los subrayados son
nuestros, JJC.
Cuestiones relacionadas con la movilidad son el
centro de la negociación del Convenio Colectivo de 1995. La última oferta de la
empresa, el 21 de abril de 1995, que será finalmente aceptada por los
sindicatos, propone una indemnización
por traslado definitivo de Valladolid a Palencia, de 2,2 millones de pesetas;
por otro lado propone un "plus de transporte" para los desplazados de
15.000 Ptas. al mes. Los sindicatos piden 16.000. Hoja informativa
interna, FASA, n. 17, abril 1995. Véase, también, El País (Madrid), 4 de
mayo de 1995, que recoge dicha propuesta, y añade que hay 1.200 trabajadores
que van a Palencia, con un coste medio de 25.000 Ptas. Lo mismo en El Norte
de Castilla (Valladolid), 9 de marzo 1995.
[55] En la innovación tecnológica
de la empresa este taller es uno de los puntos claves, según la ingenieria de
diseño de la propia FASA. El cigüeñal,
como es sabido, es el eje central del motor, donde trabajan las bielas de los
cilindros. Es clave.
[56] Entrevista(s) realizada el
30 de enero de 1995. Participan en la misma dos responsables, Jefe de Taller y
Jefe de Unidad, en una organización donde, a salvo de los turnos, prácticamente
ambas coinciden.
[57] Veánse nuestros argumentos
en Castillo, 1991, "Diseño..."; y la panorámica presentada por
Forslin, 1991.
[58] Los carros filoguiados son
un sistema de transporte, por medio de carros o carretillas de una dimensión
aproximada de un metro por un metro y veinte centimetros por un metro y medio
de largos, que se mueven, gestionados por un sistema informático, que los guía,
como su propio nombre indica, a través de hilos incrustados en el suelo. El movimiento, sincronizado hasta los bancos
de pruebas de los motores es, para quien no está acostumbrado a los talleres,
espectacular. Salvo cuando se paran,
claro.
Tan es así que la empresa ha preparado, con un
sistema semejante, en el transporte de cajas de cambio de su fábrica de
Sevilla, un video institucional en la que los carros parecen seguir el fondo
musical.
(59) Entrevista a Jefe de UET,
febrero de 1995. Complementada con
entrevista a Jefe de Taller, entrevistas, sobre el terreno con trabajadores, no
grabadas. Un Jefe de Taller nos
confiaba que en una situación semejante es difícil hacer que los trabajadores
pongan voluntad en participar en la mejora continua, el TPM, etc., pero que no
"se escaquean en la tarea concreta", que en el montaje, "lo que
es en cantidad y calidad no se escaquea nadie".
[60] Véase, especialmente,
Charron, 1994; y Castillo, 1991.
[61] Hay que reflexionar e investigar más sobre este consenso general, que, a nuestro juicio ha de situarse, también, fuera del centro de trabajo y de las políticas de organización del trabajo. Por ahora tenemos interpretaciones parciales, del tipo siguiente. "Faced with high rates of unemployment and comparative figures of productivity that work to disadvantage of the firm, worker resistance is like a dead end and consent appears as the ultimate choice"(Skorstad, 1994, p.452). Veáse, también, Burawoy y Wright, 1990: "Coercion and consent in contested exchange".
[62] Preocupada la empresa por la
imagen y por el desarrollo real de las UET, organizó unas "Jornadas de
trabajo Proceso y Desarrollo de las UET", los días 15 y 16 de septiembre
de 1994, en las que se 'autoevaluaron' las UET, y se procedió e identificar los
problemas principales por grupos. A
partir de esta reunión se organizó una segunda, el 8 de octubre de 1994, y se
procedió a encuestar a los asistentes (y a los que no lo hicieron). La cita textual viene de los comentarios a
esas encuentas, donde destacan los problemas, a nuestro juicio, relacionados
con "la falta de tiempo", esto es, con la intensidad del trabajo.
Vale la pena subrayar que los trabajadores directos, sí tienen claras algunas reformas: tiempo, durante el horario de
trabajo, para las reuniones; elección consensuada,
pero no con la dirección, sino con los Consejeros UET, de los Jefes de Unidad,
etc.
[63] Valladolid, como un sólo
centro de trabajo, que agrupa ahora Montaje, Carrocerías y Motores, cuenta con
una plantilla total de 9.175 trabajadores en las Elecciones Sindicales de
1994. Esos trabajadores eligen 39 delegados,
lo que supone una reducción importante: 46 delegados menos que en 1990. La participación en estas elecciones fué del
76 %. Fueron elegidos 16 representantes
de UGT; 12 de CC.OO.; 7 de la CGT, anarquista; y 4 de la Confederación de
Cuadros.(El Norte de Castilla, 20 de octubre de 1994).
[64] El Norte de Castilla,
Valladolid, 19 de febrero de 1995, p. 27.
[65] Veáse, por ejemplo, A.
Labit, 1995.
[66] UGT.Sin fronteras,
Portavoz de las Secciones Sindicales de FAsa-Renault, nueva serie, n. 1, 1 de
octubre de 1994, pp. 10-11.
[67] Entrevistas realizadas en
marzo de 1995, con la Dirección. En febrero de 1995, Sindicato UGT. En octubre de 1995, Sindicato CC.OO.
En entrevista realizada en enero de 1995, un
responsable de la reorganización nos decía: "La Dirección de Asuntos
Sociales es muy reacia a dar participación a los sindicatos, [por eso] lo único
que ha habido es una jornada de información después de haber protestado";
"el punto de partida es ese, y parece paradójico: si dices que estás en
una cultura participativa, trasparente y coherente, pues cuenta con todos los
actores"(Entrevista realizada el 19 de enero de 1995).
[68] Entrevista a Dirigente
Sindical de CC.OO., Valladolid, 28 de septiembre de 1995, realizada por Javier
Méndez.
[69] CC.OO.: Boletín informativo de CC.OO. Renault-España, n. 8, Valladolid, octubre de 1993.
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